BAILAOR DE CARNE Y SANGRE by Margit Ingtoft

 

Joaquín Grilo

 

Ya en los años noventa tuve la suerte de disfrutar de un espectáculo de Joaquín Grilo —uno de los grandes bailaores flamencos de España— en el Teatro Albéniz, junto a Joaquín Cortés y Merche Esmeralda. 

Más de veinte años después, Joaquín Grilo vino a Dinamarca, y tras su espectáculo en Louisiana y la masterclass que impartió en El Duende, se me brindó la oportunidad de entrevistarlo. La entrevista enseguida se tornó en una amena conversación sobre el flamenco y su desarrollo, sobre su último espectáculo Leyenda Personal y sobre su propia evolución como bailaor flamenco.

 Era una tarde fría y con una ligera llovizna. Joaquín se subió el cuello del abrigo y miró con descontento, a través de sus finas gafas de metal, el cielo otoñal de Copenhague. Salimos de la peña flamenca El Duende, bajamos por Nørrebrogade y en los lagos giramos a la derecha; nos sentamos en la cubierta flotante del Kaffesalonen en Peblinge Dosseringen. Allí pedí una Carlsberg para Joaquín y un té caliente para Nuria (la esposa de Grilo) y para mí. Nos acomodamos los tres frente al lago, que se veía a través de la ventana. Joaquín estaba relajado, su mirada era amistosa y complaciente.

 Margit Ingtoft (MI): Me encanta poder tener la oportunidad de hacerte esta entrevista, Joaquín Grilo. Tú eres uno de los bailaores más importantes del momento. Estudiando tu carrera flamenca, vemos que desde los años 80 en adelante, has estado bailando con las compañías más importantes, sobre los más grandes escenarios y has recorrido gran parte del mundo. También has trabajado junto a grandes maestros, como el gran guitarrista Paco de Lucía y su sexteto. Debo decir que ha sido todo un lujo y un gran placer verte bailar este viernes en Louisiana, un escenario tan bonito e íntimo. ¡Fue una noche inolvidable! Si no me equivoco incorporaste piezas de tu ultimo espectáculo, Leyenda Personal(2010), pero también había palos jondos tradicionales, como la soleá, un palo menos visto en esa época.

Joaquín Grilo (JG): Sí, incluí partes y temas de mi obra Leyenda Personaly también bailé una soleá, porque me encanta bailar ese palo y porque creo que da la posibilidad al público de sentir la esencia de lo que es el flamenco; no siempre hay que bailar tangos. Además, me gusta mucho la energía que transmite en ambas direcciones, entre el escenario y el público. Yo me adueño de esta energía del público, la necesito. El público está mirando, pero yo también estoy mirando. Todos estamos, de alguna manera, dándonos la mano. Eso me encanta.


Los inicios

 

MI: Eres de Jerez de la Frontera, una de las cunas del flamenco, y empezaste a bailar muy joven en el estudio de danza de Fernando Belmonte y Paco del Río, pero ¿por qué empezaste a bailar inicialmente? ¿De dónde vino ese impulso de querer bailar flamenco? Tu hermana es cantaora de flamenco, tu hermano es palmero, vienes de una familia de artistas flamencos.

JG: No, no, yo empecé antes en el estudio de Cristóbal el Jerezano y Juanele. ¿Y que por qué flamenco? Bueno, porque vengo de una cultura flamenca. He tenido la gran suerte de crecer en una familia que ha vivido el flamenco desde dentro, en bautizos, en bodas... mi padre era un gran aficionado al flamenco. Y no sé, la vida te va a llevando a un sitio determinado, sin saber bien por qué. Por casualidades de la vida, no lo sé. Creo que la intuición y la forma de dejarte llevar es lo que te hace vivir de una manera determinada. O al menos así es a una cierta edad. Ahora uno se plantea más el porqué vive así ¿no? Pero creo que es algo que surge, que no se busca. Es algo que tienes que amar y tienes que vivirlo. Es una forma de vida. Y yo tengo la suerte de vivirla. Podría haber sido de otra manera, pero me tocó esto.

MI: ¿Y en qué punto supiste que el flamenco sería tu carrera profesional? 

JG:¡Yo no lo sabía! Como te comenté antes, eso empieza como un juego. Es natural para ti, lo vives, te gusta, entras en distintas academias, como la de Cristóbal el Jerezano y Juanele... Luego, surge la oportunidad de entrar en el estudio de danza Fernando Belmonte, donde ya empiezas a conocer otros tipos de baile, otro tipo danza, tanto clásico como regional, como boleros...

MI: ¿Has bailado todos estos tipos de baile?

JG: Sí, afortunadamente. Yo creo que me han enriquecido mucho en mi forma de entender el baile y, especialmente, el flamenco; y también me han aportado otras cosas: plasticidad, elasticidad, giros, en fin, cosas que te hacen tener más recursos. Luego tuve la gran suerte, en el estudio de Fernando Belmonte, de conocer a mi mujer, quien también bailaba. Para mí esa etapa fue muy significativa en mi carrea. Más tarde, me fui a Madrid y a partir de ahí fueron surgiendo cosas muy importantes para mi carrera. Sin embargo, nunca he pensado en buscar nada, siempre me he dejado llevar. He sabido ir aprendiendo e ir llenando la mochila, esa mochila interior donde llevas cositas. Ha habido muchas cosas importantes y bonitas en mi vida, afortunadamente, pero siempre por casualidad. Cosas que te van poniendo en el camino.

MI: Yo tuve la gran suerte de verte bailar en un espectáculo, ya en abril de 1993 en Madrid, en el teatro de Albéniz, donde bailabas junto con Joaquín Cortés y Merche Esmeralda, y más tarde con Lola Greco. Un espectáculo muy bonito y fuerte, con el que llevabas el flamenco puro a los escenarios de la burguesía. Un espectáculo lleno de 'gitanería', con los mejores músicos de aquella época y los mejores bailaores.  Este viernes en Louisiana (Dinamarca, el norte de Zelandia), veintitrés años después, te veo bailar en un espectáculo de nuevo muy bonito,  fuerte y personal, también lleno de 'gitanería' y con los mejores músicos. Está claro que la música flamenca, en general, y tu baile —tu manera de moverte tan rítmica y relajadamente, como dejando el cuerpo caer— han cambiado muchísimo. ¿Cómo explicas ese cambio? ¿Cómo ha sido el camino de tu desarrollo artístico? ¿Qué te ha inspirado?

JG: Sí, que interesante, ¿no? Bueno, supongo que he estado buscando mi camino, y que todavía estoy ahí, que aún queda por llegar a la meta; yo buscaba una manera de bailar, pero insisto, sin pensarlo. Todo lo que me ha ido surgiendo, lo que he vivido, lo he trasladado a mi vida artística y personal, y eso me ha servido para evolucionar. Además, he estado con los mejores artistas y siempre he intentado aprender. Quizás lo más importante de todo es que con la madurez uno empieza a entender las cosas de una manera diferente. El hecho de hacer menos para dar más. Antes hacía más cosas, pero daba lo mismo, o menos, que ahora. La madurez te proporciona otra manera de entender la vida y saborear las cosas de forma diferente. Y bueno, a cierta edad uno cambia. Supongo que cuando tenga diez o veinte años más entenderé el baile de otra manera, entenderé la música de otra forma. Creo eso es interesante, ¿no? Ir cambiando por la vida, por los ciclos de tu vida. 

La tradición

 MI: Y ese cambio del que estás hablando, ¿lo entiendes como un cambio de la tradición, digamos, una ruptura con la tradición? ¿Bailas todavía dentro de la tradición flamenca?

JG: ¡Sí, siempre vivo dentro de la tradición! Eso es lo más importante. La tierra, la raíz. Pero el árbol crece. Cuando un árbol está chiquitito, está muy cerca de la tierra. Luego, según va creciendo, se hace cada vez más fuerte y cada vez saca más ramas. Y cada rama va buscando, independientemente, el sol para alimentarse. Hay artistas que se mueven así. Van buscando sin pensar qué quieren, van buscando su manera, pero siempre desde la tradición, desde la raíz. Si te sales de la raíz, estás perdido. El momento en el que la raíz de un árbol se sale, puede volcar, puede caer. La raíz se nutre de la tierra, por eso un artista siempre tiene que trabajar desde la raíz. Y para mí, cómo artista, tiene que ser así.

MI: Pero, veo también que tu baile flamenco es muy moderno. Estás bailando solo con la batería y tus movimientos son relajados, dejas caer el cuerpo, hay un aire de libertad…

JG: Esto son improvisaciones en el escenario que salen cuando uno está feliz, o incluso pueden ser un recurso cuando estás cansado, es algo con lo que puedes jugar; al final se queda dentro de ti y conforma tu personaje. Uno no puede bailar solamente de una manera. Hay muchas formas diferentes de bailar, y eso es lo interesante: cómo mostrarte desde diferentes ángulos. No solamente rígido; todo depende, puedes estar rígido y, al mismo tiempo, ser romántico, puedes ser malvado y, al mismo tiempo, borracho...

MI: ¿Y cómo ha recibido la gente esa manera de bailar?

JG: Yo creo que lo interesante de esto es que la gente conoce y acepta el estilo o la forma personal de cada artista. Yo me siento aceptado con lo que hago. Pero aunque no lo fuera, lo seguiría haciendo pues es lo que tengo, lo que siento. No tengo prejuicios a la hora de bailar así. Me gusta ser libre. No pienso que deba hacer algo para gustar a la gente, simplemente lo hago porque así lo siento. Cuando bailo, no puedo pensar. Cuando bailo solamente me dejo llevar.

MI: Y esa es justamente mi siguiente pregunta.

JG: ¡Te la ha robado! (Joaquín echa una sonora carcajada.)

MI: Sí, porque me gustaría preguntarte: este viernes en Louisiana bailaste cinco o seis palos, y empezaste con un solo acompañado únicamente por el baterista Ané.  El resultado fue muy llamativo y potente, zapateando y comunicándote con el público. Está claro que tienes recursos, pero ¿de dónde sacaste la fuerza para bailar toda la noche, física y mentalmente? ¿En que espacio entras, si es posible explicarlo?

JG: No lo sé. Es algo que vas aprendiendo en la vida. Es, como lo expliqué en la clase, buscar hacia dentro. Eso es muy importante. Es un truco, es como entrar en estado. Cuando entras en ese estado —yo muchas veces lo comparo con hacer submarinismo, como cuando entras en el agua—vas perdiendo oxígeno y te pones nervioso y subes corriendo. Pero si lo aguantas, ¿qué pasa? Puedes morir bajo del agua, ¿verdad? En el flamenco pasa igual. Si tú entras no hay respiración, nada, solo hay ritmo y música. No piensas en otra cosa. No te agotas, solo eso; y puedes morir allí, pero sigues.

La intuición y el baile


MI: En la clase dijiste que el baile flamenco tiene mucho que ver con la intuición y nada con la razón.

JG: Sí, con la razón te pierdes, siempre. La técnica es la razón, lógicamente. Tú vas a un estudio razonando y pensando: cómo va el pie, cómo va la mano, y que con eso ya… práctica y práctica. Eso está bien, ¡pero la razón no vale! Hay que tener intuición.Porque si no, no puedes tener almaHoy en día hay muy buenos intérpretes en el baile. Intérpretes, pero no artistas. Falta gente con alma, que es lo más complicado. Hay muy buenas bailaoras, hay muy buenos guitarristas. Hay muy buenos cantaores, pero, ¿saben transmitir? Eso es muy complicado.

MI: Y no se puede explicar tampoco.

JG: No, no se puede explicar. Nace contigo. La capacidad de desnudarse ante el público, abrir el alma, buscarla. El alma no es algo físico, es espiritual; hay que buscarla. Y la única manera es siendo humilde en el escenario. Entregarte a quien viene a verte. Primero están los músicos, ellos tienen que sentir contigo lo que estás dando porque es una unión. Y eso tiene que ver con tu primera pregunta: la comunicación con todo el mundo. La gente te da energía. Tú se la robas. El artista es el vampiro de la energía. Sí, roba de la gente la energía. La gente está ahí y tú quitas y quitas energía. Y la energía que te llega, se la devuelves. Es como si entrara en ti y tú se la volvieras a dar. Es circular, es la vida: el ciclo de la vida. Empieza y se va, empieza y vuelve. No es una línea recta. El tiempo es redondo. El ritmo es redondo. Si fuera lineal, algo se perdería.

MI: A mí me parece que hay una dimensión casi religiosa en el flamenco. ¿Tú también lo ves así?

JG: Sí, sin duda. Es algo muy espiritual. Por eso el flamenco es minoría, siempre será minoría. Ahora hay artistas que llegan de muchos sitios, pero la realidad es que hay pocos que entienden flamenco en su esencia; hay muy pocos aficionados que saben escuchar una seguiriya, porque aburre si no la entiendes, si no sientes lo que estás escuchando. Todo el mundo hoy puede entender el tango y la bulería, el “vamos que nos vamos” y los tonos actuales de jazz y de Brasil, la bossanova, etc. Hay mucha mezcla ahora, y es algo muy interesante, pero la verdad es que la raíz, de donde bebe el flamenco, es minoritaria.

MI: ¿Y también en Andalucía, y en Jerez de la Frontera, es minoría?

JG: Sí, es una minoría. Pero Jerez, afortunadamente, es solo un sitio; también está Utrera, Lebrija, Sevilla, los Palacios... sitios donde la gente sigue nutriéndose de la raíz, los hay con diez, doce o quince años, que pueden cantar por seguiriya y sentirla. Eso es increíble.

MI: ¡Sí, es increíble! ¿De dónde sale eso?

JG: De la raíz, que es lo que conserva. Y lo que necesita ser conservado. Es muy interesante lo que ocurre en estos pueblos.

MIY te pone la piel de gallina.

JG:Pero eso lo siente muy poca gente. Tú escuchas el 'quejío' cuando alguien canta y la gente reacciona con un "¡Olé!", eso es algo muy espiritual, es una forma de vivir. Tú puedes escuchar un “Ay” y sientes algo, ¡con un simple “Ay”! No hay letra. Olvídate de las letras. Solamente con el 'quejío', con la forma de interpretar, ¡sin más! Eso es, nada más. Es el grito humano. La primera forma de expresión, la prehistoria, lo primero... y nosotros seguimos manteniendo eso, ese grito.

MI: En tu baile además veo mucho toreo, que también es un arte muy espiritual.

JG: Con el toreo, sí, hay un vínculo. Creo que tiene mucho que ver con el arte del toro y los toreros. Yo los veo como bailaores, como bailarines. La forma de componerse, de andar, la música... En una buena faena, la banda toca para que el torero se inspire. Es muy parecido, o sea, que tienen mucho en común. Es una historia que va muy unida: los toreros y los artistas flamencos siempre están juntos. A ellos les gusta estar con los flamencos y a los flamencos les encantan los toros. Casi todos los toreros quisieran ser flamencos, y casi todos los flamencos quisieran ser toreros. De hecho, yo he toreado una vez. Me gusta mucho, claro.

El bailaor de trapo

 MI: El crítico Manuel Bohórquez [1]te definió como el bailaor de trapo. ¿Qué te parece?

JG: Me gusta. Porque me gusta ser de trapo también. Todos somos un poco trapo, en realidad. Lo que pasa es que siempre queremos dar a entender a los demás que somos duros y nos ponemos el escudo para protegernos. Pero en realidad cuando estás solo, eres un trapo. Tú sabes realmente quién eres, y eso tienes que darlo en tu baile. Es una parte de tu baile, que busca esa expresión. Ser un bailaor de trapo es muy difícil. Los maestros de antes marcaron una época muy importante en el flamenco, y todos hemos aprendido de ellos. Pero hay cosas que con las que yo no estoy de acuerdo, lógicamente. Todos tenemos una manera de movernos. Vicente Escudero decía que un bailaor no debía nunca bracear ni girar las muñecas como una mujer. Tenías que bailar con las manos juntas y siempre así, sin moverlas, siempre tenían que estar rectas. Yo no creo en eso. Yo creo en la libertad. Yo soy libre. El baile es libre. El arte es libre.

MI: Mientras veía tu último espectáculo Leyenda Personal, me vino a la cabeza Pinocho cuando se libera de las cuerdas. Me pareció que tú, en tu baile, también te liberabas de “lo correcto” en el flamenco.

JG: ¡Perfecto! Me encanta esa interpretación. Estamos hablando del tronco. Pinocho viene de un tronco. Yo antes era tronco. Cuando uno nace, se alimenta del tronco y poco a poco crecen las ramas. Y las ramas ya con el viento se pueden mover. Tienen libertad. De hecho, Pinocho fue un niño de madera que al final se hace de carne y hueso. Hay una evolución. 

Realmente, cuando hago la parodia en la Leyenda Personal, donde me cuelgo con la chaqueta y los hilos, puedes ver que arriba hay muñecos grises. ¿Sabes que significan los muñecos grises? Durante la guerra civil, en España 'los grises' era la gente que sometía a los demás a una dictadura. Se les llamaba 'los grises' porque vestían de gris. Manipulaban a la gente, fusilaron a la gente. Por eso, el arte estaba manipulado. El pueblo estaba manipulado. Yo estaba colgado de ellos. Y por eso me quito todo, no lo quiero. En la obra existe también esta dimensión política de la historia, porque, aunque soy anti político, creo que es necesario reivindicar que el pueblo sea libre, que las personas sean libres. Sin dictaduras. Todos somos iguales ante todos. 

MI: Y los músicos iban pintados con el color de la tierra, al igual que su ropa.

JG: Sí, ellos son la tierra. Eso es lo que me da a mí de comer, musicalmente. Y ellos dan para que yo pueda beber de ahí. Mi hermana es el árbol y yo soy la persona que vive ahí. Y necesito ser libre, claro. Nazco de ahí, del árbol, por eso hay un momento en el que salgo de una tela que representa un árbol. En la escena se ve muy bien. Salgo de ahí debajo, de la tierra. Y nazco de ahí, del árbol, de la tierra. Y lo que tengo siempre al lado es mi sustento: la música y el ritmo. Eso lo que me hace ser quien soy. 

Las raíces

MI: Eso es algo muy especial para Andalucía y para el flamenco, ese estar siempre tan cerca de la tradición, de las raíces.

JG: Sí, creo que cuando la gente se encuentra con eso se emociona. Cuando veo al público, como el del otro día o en esta gira, que sale y reacciona de esa manera, cuando veo que la gente se emociona... eso es lo más grande. Es lo que te hace seguir en esto. No es otra cosa. El que la gente se reencuentre. Porque hay un reencuentro entre la gente y la comunicación, una comunicación que se está perdiendo con la evolución. Conoces a una persona en Australia por el teléfono o por el ordenador, pero no conoces a tu vecino. No tienes comunicación con él. Y eso siempre ha sido importante para el ser humano: la comunicación directa. Y cada vez se está perdiendo más. Llegará un momento cuando no habrá teatros. Aún no sabemos, pero en el futuro toda la comunicación será a través de una pantalla: hay una actuación de no se qué… en la tele; pagas y en tu casa, en pijama, ves una actuación. El flamenco ahora está en todos los medios, pero lo primordial, la raíz se está perdiendo. Se están perdiendo muchas cosas. Es la evolución. El artista cada vez copia más. Antes, al no haber los mismos medios comunicación, uno tenía que buscarse la vida para crear una historia. Ahora todo el mundo se fija y todos son iguales bailando y cantando, porque tienen muchas referencias. Y esto puede ser bueno y malo a la vez, porque dejas de ser independiente, para depender de muchas cosas. Ahora el móvil siempre está puesto y si no hay batería: ¡ah! Antes no había teléfonos y la gente vivía. Ahora dependemos de muchas cosas, estamos atrapados. Pero la realidad es que no nos hace falta nada, solo nos hace falta vivir… Hay gente que todavía vive en islas en las que no hay nada, ¡ni agua, ni luz, nada! y viven. Aquí estamos muy manipulados.

MI: ¿Y puede ser que con esta experiencia de estar en contacto, de comunicar, mirando tu espectáculo estemos también respirando un poquito contigo?

JG:Sí, dejarse llevar. No pensar. Simplemente disfrutar de lo que se hace y de lo que ves. Cuando voy  a un espectáculo tampoco pienso, yo voy como espectador y me gusta ser el espectador también para recibir. Yo personalmente, no pienso en analizar o leer antes qué es lo que se va hacer. Simplemente se apaga la luz del teatro y siento. Quiero recibir y sentir. Eso es todo. Hoy hay mucho perjuicio en querer saber cómo está hecho el espectáculo, la línea tiene que llevar… ¿por qué? Primero hay que ver el espectáculo. Si es de cante, quiero escuchar el cante. Y si es de baile, quiero ver bailar. Y después las luces, el vestuario, la historia, lo que tú quieras, pero primero, el baile. Es lo que vengo a ver, el baile.  

MI: ¿Y el futuro?

JG:Tengo una ilusión ahora muy importante en mi vida —aparte de mi familia que es lo primero, mis hijas y mi mujer—. Ahora Nuria y yo tenemos un proyecto muy interesante: estamos montando un estudio en Jerez de danza, para descubrir a artistas de mi tierra, para que no tengan que irse fuera a buscarse la vida, para que todo se pueda se hacer en tu tierra. Que tenga además un nivel a la altura del Ballet Nacional o del Ballet Andaluz. Y que sea gente de allí, porque hay una cantera inagotable de gente. Pero hay que ayudar. Tengo muchas ganas de dar y regalar toda la mochila que llevo llena. Quiero entregársela a alguien. Me gustaría descubrir cosas con gente joven. Esa es la ilusión para mí. Aparte de muchas otras cosas que me rondan en la cabeza de nuevos espectáculos. Y también me gustaría volver a Dinamarca. 

***

Vicente Escudero (1888-1980) bailaor, coreógrafo y teórico flamenco quien, entre otras cosas, estableció un decálogo sobre el baile flamenco masculino, que caracterizó a su propia generación de bailaores y a la generación posterior con una masculinidad fuerte y expresiva: 1. Bailar en hombre 2. Sobriedad 3. Girar las muñecas de adentro a afuera, con los dedos juntos 4. Las caderas quietas 5. Bailar 'asentao y pastueño' 6. Armonía de pies, brazos y cabeza y la nariz en su sitio, como solía añadir bromeando 7. Estilo y acento 8. Estética y plástica sin mixtificaciones 9. La indumentaria tradicional 10. Lograr variedad de sonidos con el corazón, sin chapas en los zapatos, sin escenarios postizos y sin otros accesorios.

 

Joaquín Grilo nació en 1968 en Jerez de la Frontera,en Pozo Olivar. Comenzó su carrera profesional como bailaor principal con tan solo quince años en el Ballet Albarizuela, con el que hizo diferentes giras por Francia, Inglaterra, Suiza, Marruecos, Israel y Japón. Desde entonces, Joaquín Grilo ha logrado más de lo que la mayoría de los bailaores pueden soñar. Ha participado en 18 DVDs y CDs — p.ej.: Paco de Lucía Directo Alemania, 1996 (DVD); Jóvenes Flamencos,vol 5; o la película Flamencode Carlos Saura, 2004 (DVD)—. Joaquín Grilo ha recibido diecisiete premios como primer bailarín, entre los que se incluyen el "Primer Premio Vicente Escudero XII", "Concurso Nacional de Arte Flamenco" (Córdoba, 1989) y "Premio de la Crítica" por su espectáculo Leyenda Personal, en 2010. Además, Joaquín Grilo, bailó como solista en la "Compañía Teatro Ballet Español", colaboró con el guitarrista Vicente Amigo en "De mi corazón al Aire", en 1993; y realizó varias giras con Paco de Lucía y los músicos Jorge Pardo, Carles Benavent, José M. Bandera, Juan Manuel Cañizares, Rubén Dantas, Ramón de Algeciras, Pepe de Lucía y Duquende, entre otros, entre 1994 y 1999,  giras que alternó con sus propias obras y espectáculos en festivales nacionales e internacionales.


Dinamarca, LOUISIANA – Museum of Modern Art 7.  octubre 2016.
Joaquín Grilo – baile, Juan Requena – guitarra, Carmen Grilo – cante, Ané Carrasco – percusión
Colaboración con el texto: Tiitta Karjalainen y Laura Esteban
Entrevistadora: Margit Ingtoft www.flamenco.dk

 

[1] Manuel Bohórquez, El Correo de Andalucía, "Obra rotunda del bailaor de trapo",25 marzo de 2011. 

  

Sigøjnernes Tid by Margit Ingtoft

images.jpeg

Artiklen blev bragt i Politiken 30/4 94

 

Sigøjnernes Tid

Flamencokunsten står overfor sit store gennembrud I 90erne. I Madrid har dansen fortrængt rock- og pop-musikken fra de små scener. Margit Ingtoft fortæller hvorfor, og hvad flamenco egentligt handler om.

 Stedet er Madrid, tiden 1990erne. Det kræver ikke stor anstrengelse at opdage, at byen er fuld af udfordrende musik og inciterende rytmer, pågående sang og kraftfuld dans. Man taler ligefrem om at `Madrid has gone flamenco´, til irritation for nogle, men til stor glæde for andre.

   Selv på en almindelig dødssyg mandag er det muligt at opleve en af de store flamencos som sangeren Enrique Morente eller den unge danser Joaquín Grilo på ´The Revolver Club´ - et stort moderne diskotek, der før i tiden fortrinsvis var til rock- eller punk-musik! Omkring midnat indfinder sig et stort og blandet publikum, der lytter opmærksomt til langt ud på natten. I pauserne spilles naturligvis de sidste nye flamencohits med El Bola, José Soto Sorderita, Ketama, La Barbería del Sur eller gode gamle Paco de Lucía. Og der er ikke tale om engangsforestillinger på ´TheRevolver Club´, men om en indkorporering af flamencoen I det faste program.

Gennembruddet

  På borgerskabets højborg, Teatro de la Zarzuela, er det muligt I næsten to uger at opleve helaftensforestillingen Cibayi (Underværk) med den unge mediebevidste flamencostjerne Joaquin Cortés og hans Ballet Flamenco. Det 14 mand store kompagni består, på nær en enkelt spansk danser, udelukkende af sigøjnere, og det må betragtes som lidt af et gennembrud, at det overhovedet er muligt at præsentere et program, der er tro overfor den i mange henseender stadigvæk groft nedvurderede flamencotradition.

   Et gennembrud, der i øvrigt kan sidestilles med forrige århundredes gennembrud ved
det markante sceneskift fra den private sfære til den offentlige med indførelsen af de såkaldte `Cafés Cantantes´ eller syngepige-caféer. Gennembruddet I 1990erne kan måske vise sig at blive mere betydnings-fuldt, idet der ikke alene udtrykkes en accept af flamencokunsten, når Teatro de la Zarzuela åbner sine døre, men ligeledes en inddirekte accept af sigøjnerkulturen, idet den inviteres ind på borgerskabets egen scene og ikke nødtørftigt accepteres som noget eksotisk fremmed og fjernt.

   Spørgsmålet er så, om denne nye form for integration i længden ikke vil medføre en kunstnerisk åreladning af en tradition, der er født i opposition til det borgerlige spanske samfund. Noget, der jo ofte sker med f.eks. undergrundskulturen, der, når den ændrer status, mister sin umiddelbare eksistens-berettigelse.

Flamencobarer

   Men om fremtiden kan kun gisnes, og i mellemtiden kan man passende besøge Sala Caracol og glæde sig over koncerterne hver torsdag, fredag og lørdag, eller man kan kigge indenfor i den mere traditionelle Casa Patas, hvor man kan få sig en gang tapas eller et mere solidt måltid inden aftenens optræden. Begge steder er forholdsvis nyåbnede scener for både meget unge og meget erfarne flamencokunstnere, men samtidigt inviteres også cabaret og teater indenfor. Man kan ligeledes besøge nogle af Madrids andre diskoteker og spillesteder, der har åbnet dørerne for flamenco, som f.eks. diskoteket Morocco, der ligger i det kunstnerisk mondæne kvarter Malazaña, hvor folk som blandt andre filminstruktøren Pedro Almódovar siges at holde til.

    Efter en aften på et af de nævnte steder, er det på tide at besøge flamencobaren Candela, for her måske helt at glemme tiden, hvad flere af stamgæsterne og de besøgende ikke ser ud til at have problemer med. På særlig gode nætter går de først hjem igen langt hen ad formiddagen, for så har stemningen været helt i top, og der er blevet sunget, spillet og danset for en lille kreds af venner, der virkelig ved, hvad flamenco drejer sig om. Jo, traditionens urform eksisterer side om side med de nyeste platforme i storbyen.

Dans mod utopia

   Hvad drejer flamenco sig så virkeligt om? Kort sagt om at give udtryk for de ønsker, håb og ikke mindst den angst og frustration, det enkelte menneske føler, og som specielt sigøjnerne altid har følt på nært hold, når der ikke har været de store muligtheder for at realisere sig selv som menneske eller for blot at kunne forsørge sin familie.

   Flamenco drejer sig om at kunne få luft og muligvis undgå vanviddet ved at udtrykke sig i enten sangen, musikken eller dansen. Indholdet er oftest, hvis ikke altid drivende banalt, men bearbejdes og forvandles i den meget strenge form til et kraftfuldt udtryk, der signalerer et oprør og en trods, der genindsætter det enkelte menneske i universets centrum. Kunstneren kæmper med sit materiale, enten ved at modulere musikken, således at der skabes et psykisk landskab, der muligør sangens gliden ind og ud af sindets gemmer og kringelkroge, eller ved at bearbejde tyngdekraften og derved udfordre det stærkt kodificerede formsprog i dansen.

   Flamenco er ikke fortrængningens kunstart, det er overtrykkets ventil og dermed menneskets selvforløsning i videste forstand. Men alt dette forklarer jo ikke rigtigt, hvad flamenco er som æstetisk udtryk, men snarere dets sociale funktion. Den moderne dans´ gand old lady; Martha Graham, sagde engang, at der ingen ekstase findes uden form og ingen form uden ekstase. Dette kan ligeledes siges at gælde for flamencodansen, hvor danseren er bundet på hænder og fødder. Danseren synes nemlig at bevæge sig i et kraftfelt, hvor enhver fremdrift og eksplosion modsvares af tilbageholdt spændning, enhver opdrift modsvares af tyngden mod jorden i det fænomenale fodarbejde, og enhver udadretning modsvares af en centrering blandt andet via fingredansen og koncentrationen af den psykiske energi. Flamencodans er ikke show-dans, men sakral dans, der ikke retter sig udad i firspring, men mod en anden virkelighed, hvor sangen, musikken og dansen, sindet og kroppen forenes i et utopia, hvori den ydre tid suspenderes til fordel for den indre og personlige tid.

Barbariet i mennesket

   Den almindelige spanier må nok se i øjnene, at flamenco er kommet til hovedstaden for at blive, for det er i storbyen, og ikke i de mindre byer i syden, pengene er at tjene. Flamencokunsten har således bredt sig fra ca. syv familier, der oprindeligt dyrkede flamenco i privaten, til storbyen og videre til resten af Europa og sågar til Japan, Australien og til det nordligste Norden. En udvikling, der blandt andet skyldes de omtalte demografiske forskydninger fra land til by, men ikke mindst den nøgle til de `barbariske´ lag i mennesket, som er blevet overgivet fra generation til generation af kunstnere. En nøgle, som også den almindelige spanier synes at have fået øje på. Denne generelle udvikling kombineret med en ung generation af moderne, mediebevidste sigøjnere, synes at have muligtgjort flamencokunstens gennembrud til de nye scener.

 

       Margit Ingtoft er danser og cand.phil. i Moderne Kultur og Kulturformidling.

 

 

 

Billedtekst:

El Grilo: Med sin dans søger han at finde utopia, en virkelighed langt fra hverdagen. – Foto: Tato Olivas, Sevilla.

 

 

 

Billedtekst:

En af tidens nye store flamencodansere Joaquin Cortés har været med til at føre flamencoen ind i det gode selskab. –Foto:

Tato Olivas, Sevilla.

 

 

 

 

 

 

 

Den kraft du føler by Margit Ingtoft

Interview med en af flamencodansens fornemste mestre: Carmen Cortés

"Dansen skal væves sammen med det, du har levet. Sker det ikke, så er der kun bevægelsen."

Af Margit Ingtoft; verdensmusikbladet Djembe nr.37

"Som helt ung danser bjergtog Carmen Cortés mig med sin dans," fortæller flamenco underviser Margit Ingtoft om et af sine store forbilleder. Hun oplevede Carmen for første gang under Lorca-festivalen i Århus i 1986, hvor Carmen blev akkompagneret af sin mand, guitaristen og komponisten Gerardo Nunez, samt af blandt andre Mario Cortés og Antonio Carmona - sangeren i Ketama, som på daværende tidspunkt var percussionist. "En fantastisk forestilling, som bestemt var medvirkende til, at jeg besluttede mig for at rejse til Madrid mange gange i de efterfølgende år," siger Margit Ingtoft, der i dag selv har gjort flamencodansen til sin levevej. Under et kursus med Carmen i Sanlucar de Barrameda fik hun næsten 15 år senere mulighed for at interviewe Carmen om sin dans og sin holdning til dansen i dagens Spanien.

Margit Ingtoft: Carmen, du er jo fra Barcelona - en by, man ikke umiddelbart forbinder med flamenco. Hvordan begyndte du med dansen og er du ud af en kunstnerfamilie?

Carmen Cortés: De fleste i min familie er ikke dansere, de er guitarister og sangere. Min far holdt meget af flamenco, og det er klart at som sigøjner og andaluser blev alle højtider og bryllupper afviklet med flamenco som det centrale. At jeg dedikerede mig til flamenco professionelt var min fars skyld, for han holdt meget af flamenco. Han introducerede både mig og min bror (Mario Cortés, red.), som er guitarist, for flamencoen.

MI: Hvornår blev det klart for dig, at du ville hengive dig til en professionel karriere?

CC: Sandheden er, at jeg ikke tænkte over det, men med tiden blev det klart for mig, at jeg var dybt involveret i denne kunstart.

MI: Hvordan vil du forklare eller beskrive din dans? Der er mange, der definerer flamenco enten som sigøjnerdans, moderne eller traditionel flamenco. For eksempel lagde jeg mærke til, at det vi lavede i klassen i dag i tarantoen, hvor vi bevægede os med mange contractions, er meget moderne?

CC: Jo, det er rigtigt. Men jeg mener, at min dans først og fremmest er intuitiv. Og selvfølgelig er den moderne, da jeg kan lide moderne dans generelt. Selv om jeg begyndte som autodidakt, trænede jeg senere lidt klassisk dans, for jeg indså, at jeg ikke havde fuld kontrol over min krop, og det bekymrede mig meget. En danser må jo først og fremmest kunne kontrollere sin krop for sidenhen at kunne udtrykke sig. Jeg har også trænet Martha Graham-baseret moderne dans med førstedanserne fra hendes kompagni under et kursus her i Spanien. Jeg kan også huske at de moderne dansere som Carolyn Carlson overraskede mig meget under mit første ophold i Paris. Jeg så, at de havde en teknik og et udtryk, der var meget stærkt. En fantastisk kontrol. Det var dette, jeg ønskede mig, for derefter at kunne udtrykke mig via flamenco, som er det jeg altid har levet med. Det kan være, at der er nogle, der vil karakterisere min dans som "gitano", andre som "moderne". Jeg mener at den først og fremmest…ja, jeg koreograferer ikke min dans. Jeg holder af at udtrykke mig i øjeblikket. Det øjeblik, som jeg gennemlever på scenen.

MI: Du tænker altså ikke på forskellige kategorier og på hvad, der "har værdi", mens du danser?

CC: Nej, det gør jeg absolut ikke. Men jeg mener, at det er vigtigt at studere også meget komplicerede ting, for derefter at simplificere dem på scenen og give sin dans udtryk. Det fortæller jeg altid til mine elever. Man må kunne udtrykke det, sangeren synger, udtrykke denne intimitet der er - uanset om det så formidles på en scene eller i et teater... og ligeledes denne kraft som du føler fra publikum. Alt dette for at kunne give uden problemer.

MI: I din dans ser jeg meget mere end et personligt udtryk. Det er noget universelt, du udtrykker. Mere end en person, ser jeg et symbol. Det er helt tydeligt, når du blander flamenco med teater, som du gør i dit stykke 'Yerma'. Udtrykker din dans noget universelt?

CC: Når du lever med flamenco lige fra barndommen, så er det ikke sådan at du alene studerer flamenco, du lever flamenco i din hverdag. Det er klart at nogle af bevægelserne er moderne, for dem har du studeret, men dét, du udtrykker, kommer fra "la raiz" - rødderne.

MI: Hvordan arbejder du med dit dansekompagni? Har du fra starten en bestemt idé eller er der en udveksling mellem dig, Nuñez og dit kompagni?

CC: Det er klart, at der er en udveksling. Jeg mener ikke, at jeg kan tvinge et trin ned over en danserinde, hvis denne danserinde ikke kan udtrykke noget med dét trin. Jeg forsøger altid at give et trin til danserinden, som giver hende mulighed for at udtrykke sig inden for sine muligheder. Jeg tilstræber altid at mine dansere fortæller noget med mine trin. At de udtrykker sig. Der er altså altid en udveksling mellem for eksempel Nuñez, kompagniet og mig - eller mellem min førstedanser og mig. Den idé, som jeg har fra starten, kan altså fuldstændigt ændres i forløbet.

MI: Vi har været lidt inde på det, men jeg kunne godt tænke mig at vide, hvad du mener om hele den polemik, der er oppe i tiden her i Spanien: hvilken dans er flamenco og hvilken er det ikke. Bekymrer denne polemik dig?

CC: Nej. Jeg mener, at "ikke-flamenco" specielt ses hos folk, der ikke har haft muligheden eller heldet at leve med flamenco i barndommen, men som derefter vælger en karriere som flamencodanser. Det er som med pædagogforældre, hvis børn ikke bliver pædagoger, men derimod historikere. Hvis du lever flamenco i dit land eller hvis du lever med flamenco fra barndommen af, så vil den måde du løfter en arm på eller den måde du bevæger dig på, altid være flamenco. Men når du ikke har levet det, men derimod går hos en af de mange lærere, der underviser nu... - ja, det hele er afhængigt af den vej du tager - så har du studeret flamenco. Jeg vil sige, at det, der afgør om en dans er eller ikke er flamenco, mindre er afhængigt af, hvordan du bevæger dig, end hvordan du udtrykker dig. Du kan gøre hvad du har lyst til, men på eller anden måde skal det væves sammen med det, du har levet. Sker det ikke, så er der kun bevægelsen. Det levede kan du også assimillere, hvis du går hos en lærer, der fortæller meget om flamenco... Jeg ved ikke, om du når du siger "polemik" tænker på kritikerne? Dem tænker ikke på, når jeg koreograferer eller optræder. Men det er klart, at kritikerne kan tjene dit formål. Hvad jeg tænker på, er publikum. Ikke publikummet der kun går efter stjerner, men det publikum, der altid er der. Det er klart, at jeg gerne vil have det godt på scenen og jeg vil gerne have at folk i salen har en god oplevelse. Det er meget følsomt. Og det er dette forhold, jeg tænker på. Før jeg startede mit eget kompagni, arbejdede jeg som førstedanser hos Mario Maya, som er den danser, som har lært mig mest. Og på den tid fik vi meget kritik, fordi vi skabte nye ting. Det var midt i 1980erne.

MI: Ud fra et kvinde/kunstner perspektiv, hvorledes ser du flamenco i dag generelt. Er det lettere eller sværere at komme ud med sin kunst? I Europa kender vi de store mandlige dansere som Joaquin Cortés, Antonio Gades… Er det fortsat svært som kvinde i Spanien?

CC: Jo, det er stadigvæk svært, for der er ikke statsstøtte. Jeg mener, at der inden for moderne dans i Barcelona og Valencia eksisterer en form for støtte. Men for flamenco eksisterer dette ikke. Dér har vi kun træningssalen og intet andet. Det ville være ideelt, hvis der eksisterede et centrum med kurser, der kunne forberede folk til forestillingerne - og også forbedre niveauet for administrationen.

MI: Fornemmer du, at der stadigvæk er en del mandschauvinisme i flamencomiljøet?

CC: Nej, grundlæggende drejer det sig om at den økonomiske base mangler for at kunne skabe dette centrum. Der mangler en interesse i Madrid Kommune og i Kulturministeriet. På alle niveauer burde der være en interesse i at støtte denne kultur. Jeg ville gerne sammen med folk som Mario Maya og Antonio Gades være med til at skabe dette centrum for at kunne frembringe det bedste i flamenco. Men der er ingen politisk støtte til det.

MI: Altså - mere end et kvindespørgsmål, så er det et politisk spørgsmål, men har den manglende støtte så at gøre med at der er tale om flamenco, for normalt - før i tiden i alle tilfælde - var flamenco ikke velset?

CC: Nej, det har ikke specielt noget at gøre med at der er tale om flamenco. Det drejer sig om at man i dagens Spanien ikke vil bruge penge på kulturen generelt. Og med den regering som vi har nu (Aznar, red.) er interessen så meget mindre. For fire år siden var der flere penge, men nu er der kun færre og færre.

MI: Dette er dit ottende kursus her i Sanlucar, og du har givet mange kurser i Spanien og i udlandet. Oplever du nogen forskel mellem spaniere og udlændinge, når de skal lære at danse flamenco. Ser du for eksempel en anden disciplin?

CC: Det er klart at der stor forskel. Disciplinen og det at have levet med flamenco mangler - alt det vi talte om tidligere. De der kommer hertil fra udlandet for at studere flamenco, bruger mange penge på at rejse. De er som svampe og de opfanger alt. De lytter til hvert et ord, man fortæller om flamenco og dette transformeres til levet flamenco i deres dans. En anden god ting er, at de ved hvorfor og hos hvem de skal studere. De unge spanske dansere derimod er lidt i vildrede, da de ikke ved hos hvem de skal studere. Udlændinge ved, at de skal gå til en Güito, en Manolete og ikke en eller anden ung. Teknikken har I og gode lærere har I i jeres hjemlande. Eksempelvis er Margarita (en japansk danser på holdet, red.) en af mine gamle elever, som været heldig at studere hos en stor lærer. Hun har assimilleret godt. I Finland har de også gode lærere, for jeg har set dem - og i Danmark ved jeg ikke... det er længe siden, jeg har været dér.

MI: Ja, det er desværre alt for længe siden!

CC: Men altså: nutidens unge spaniere lægger mere vægt på at undervise i teknikken og mange trin hos en hvilken som helst danser, end de lægger vægt på det liv og de erfaringer, som en mere erfaren danser ville kunne give dem.

MI: Kunne du forestille dig, at du optog udlændinge i dit kompagni? Eller har du allerede haft udlændinge i dit kompagni?

CC: Jeg har ikke haft dette. Dem jeg ville have, har ikke været til at få fat i eller også interesserer det ikke de dansere, som jeg kunne tænke mig. Men jeg kender da til andre kompagnier, der har haft udenlandske dansere. Og sandheden er, at hvis de ikke taler, så kan man ikke skelne dem fra de spanske flamencodansere. Det der sker er, at disse udenlandske dansere ofte hengiver sig totalt til undervisningen. (Carmen må have glemt, at Marcus Wasberg fra Stockholm på et tidspunkt optrådte i hendes kompagni, red.)

MI: Hvordan ser du fremtiden for flamenco? Hvad kunne du tænke dig at lave med dit kompagni?

CC: Jeg holder meget af den dynamik, der er, når man arbejder med folk, der ellers intet har med flamenco at gøre. Det giver en anden projektion på scenen. Jeg ønsker at fortsætte arbejdet med folk fra teaterverdenen og med koreografer fra den moderne dans. For det er altid min mission at skabe andre bevægelser, andre rytmer med en forestilling. Men frem for alt så lytter jeg til dét som er flamenco. Jeg lytter mere og mere til de gamle sangere, for dér finder man virkeligt det, hvorfra alt stammer, ikke sandt? Jeg lytter ikke for at kritisere; spørgsmålet er om man modtager noget. Det drejer sig altså ikke om hvorvidt noget er moderne eller gammelt. Det gode eksisterer altid.

MI: Har du noget specielt teaterstykke i tankerne som dit næste projekt? Jeg ved, at du har lavet 'Yerma'?

CC: Ja, og jeg lavede 'Salome' for to år siden, som vi fremførte under den ældste festival i Spanien i byen Merida, hvor de ellers kun viser klassiske græske stykker. Da 'Salome' er fra Bibelen, passede stykket fint ind her. 'Yerma' fortsætter vi med - i hele Spanien. Og til september laver vi et stykke til ære for Lorca, som kaldes 'Asi passen cien años', hvilket også henviser til at flamenco nu er godt et hundrede år gammel. Her benytter vi os af Lorcas poesi, der passer perfekt ind i flamencomusikken. Jeg tror ikke, at vi når at sætte flere store projekter op i år. Jeg har flere projekter, men økonomisk...

Gerardo Nuñez bryder ind: Carmen, det er varmt! Skal vi ikke gå til stranden?

MI: Det lyder som en god idé. Så vil jeg blot til slut sige tusind tak for nu og håbe på, at I snart kommer til København igen.

CC: Nu må vi se... og selv tak!

Margit Ingtoft er cand. mag og leder af Atelier Flamenco i København.

Flamencokurser i Sanlucar
Sommerkurset i Sanlucar de Barrameda ligger som regel i anden uge af juli. På kurset er det muligt at tage dansekurser med Carmen Cortés, guitarkurser med Gerardo Nuñez (de eneste kurser han giver!), percussion eller sangtimer. Om eftermiddagen kan man bade og sole sig på stranden. Om aftenen arrangeres koncerter rundt omkring i Sanlucar med kunstnere fra omegnen. Hver aften afsluttes med juerga (flamencojam) og alle inviteres til at vise et trin eller to. Kurset afsluttes med at alle hold viser, hvad de har lært og sidste aften spises paella i Carmen og Gerardos have. De enkelte kurser synes dyre, men alle arrangementer og traktementer er inkluderet - så alt i alt er det en meget flot og dejlig kursusuge, som anbefales varmt af Margit Ingtoft. Få mere info ved at skrive til email: art-danza.flamenco@mad.servicecom.es

Carmen Cortés
Født i Barcelona i 1957. I 1980 danser Cortés i Mario Mayas Teatro Gitano-Andaluz, hvor hun som førstedanser blandt andet fortolker Ay Jondo. I 1983 danser Cortés i Teatro Aranza. I 1984 præsenterer Cortés sin egen gruppe under Cumbre Flamenca de Madrid. Gruppen turnerer i Spanien og Europa, herunder i Danmark, hvor Margit Ingtoft oplever hende for første gang - under Lorca-festivalen i Århus i 1986. Fra 1984 til 2001 turnerer Carmen Cortés med sin gruppe i Spanien og udlandet.

"Hvis du lever flamenco i dit land eller hvis du lever med flamenco fra barndommen af, så vil den måde du løfter en arm på eller den måde du bevæger dig på, altid være flamenco..." Carmen Cortés